Última actualización: 14/04/25
Los consejos de administración y los comités de dirección han evolucionado considerablemente en los últimos años, influenciados por la renovación de sus miembros y una nueva cultura de gobernanza. Las salas de consejo, en consecuencia, deben adaptarse a esta transformación.
En este artículo abordaremos los distintos aspectos técnicos necesarios para diseñar y optimizar una sala de consejo, atendiendo a las necesidades de los usuarios y creando un ambiente propicio para intercambios productivos.
La sala de consejo es un espacio formal, reservado para decisiones estratégicas de alto nivel. Su diseño, generalmente caracterizado por una mesa amplia y un mobiliario elegante, genera una atmósfera solemne y adecuada para la concentración.
En contraste, la sala de reuniones es un lugar más versátil, ideal para intercambios cotidianos, presentaciones o sesiones de trabajo en equipo. Este espacio suele estar equipado de forma más sencilla y ofrece un ambiente relajado, con configuraciones flexibles que se adaptan a diferentes tipos de reuniones.
Hoy más que nunca, los responsables de la toma de decisiones están dispersos geográficamente. Coordinar una fecha para que todos puedan estar presentes físicamente puede ralentizar significativamente el proceso de decisión. Por ello, una sala de consejo debe permitir la conexión con participantes remotos, integrándolos naturalmente en la conversación.
Un sistema de videoconferencia es indispensable, siempre que sea extremadamente fácil de usar: un solo botón para iniciar la llamada (como un teléfono) y otro para compartir contenido desde o hacia la sala.
Además, estas conexiones remotas deben garantizar plena confidencialidad, evitando riesgos de seguridad o posibles ataques cibernéticos.
El mobiliario desempeña un papel central en el diseño de una sala de consejo. Aunque los asientos pueden reflejar cierto estatus, deben ser, ante todo, ergonómicos y cómodos. Una silla de calidad, equipada con un mecanismo de ajuste automático, permite adaptarse sin esfuerzo, algo esencial durante reuniones prolongadas.
Por otro lado, la mesa debe ser lo suficientemente amplia para que todos los participantes puedan verse claramente y seguir sin dificultad el contenido en la pantalla principal. Idealmente, la forma de la mesa debe adaptarse al espacio, promoviendo una visión global y facilitando las interacciones.
Una buena iluminación es crucial para evitar la fatiga visual y fomentar la concentración. La luz natural es siempre preferible, pero en caso de ser insuficiente, la luz artificial debe ser ajustable según las necesidades: para proyecciones, firma de documentos o discusiones informales.
Se recomienda un mínimo de 200 lux sobre la mesa, especialmente al trabajar con documentos físicos.
Las tecnologías deben ser discretas pero accesibles. Los cables y conectores deben estar integrados en la arquitectura de la sala para evitar desorden.
Es fundamental contar con puntos de acceso Wi-Fi potentes y bien posicionados para garantizar una conexión fluida, tanto para los presentes como para los participantes remotos.
La eficiencia energética es clave en esta evolución, con soluciones como sistemas de iluminación y calefacción inteligentes que ajustan el consumo según la ocupación.
Paralelamente, los edificios inteligentes centralizan la gestión ambiental, desde el control de la iluminación hasta la optimización térmica.
Las salas de consejo también están evolucionando hacia espacios más flexibles y polivalentes, que pueden reconfigurarse rápidamente según las necesidades. Sistemas inteligentes de reserva permiten gestionar estos espacios de manera óptima, asegurando un uso eficiente de los recursos.
El diseño de una sala de consejo moderna va más allá de la simple instalación de mobiliario y tecnología. Se trata de crear un espacio que fomente intercambios constructivos, mejore la colaboración y facilite el proceso de toma de decisiones. Esto implica considerar la conectividad, ergonomía, seguridad y accesibilidad de las tecnologías, al tiempo que se ofrece un entorno que garantice el bienestar de los participantes.
Una sala de consejo bien diseñada es un verdadero motor para el éxito de las decisiones estratégicas, ya sean presenciales o a distancia.
Motilde, con su doble experiencia como diseñadora e integradora, puede acompañarle en el desarrollo de su sala de consejo. ¡No dude en contactarnos para un estudio personalizado!