Última actualización: 03/04/25
Según un estudio reciente, el 85% de los directivos activa su cámara en las videoconferencias, y el 32% lo hace sistemáticamente. Sin ver los asentimientos, los ceños fruncidos de confusión y las sonrisas de agradecimiento, la comunicación pierde gran parte de su calidad.
La cámara que le permitirá ser visto en una videoconferencia por el o los sitios remotos juega un papel fundamental: la calidad del intercambio depende estrechamente de un buen contacto visual entre los distintos participantes.
Si quieres descubrir los 6 aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir tu cámara de videoconferencia, te invitamos a leer el resto de este artículo 😉
El tamaño de la sala de reuniones es un factor importante en dos aspectos:
Si se encuentra en una Huddle Room, el micrófono integrado de la cámara es más que suficiente para una buena captación de audio.
Sin embargo, cuanto más grande sea la sala, más difícil será que todos los empleados se escuchen por separado desde el sitio remoto. En este caso, recomendamos a nuestros clientes que utilicen micrófonos independientes de la cámara, integrados en la mesa o empotrados en el falso techo.
Al igual que los micrófonos, hay que elegir el ángulo de visión de la cámara en función de la disposición de la sala.
Para continuar, con el fin de elegir su cámara de la mejor manera, es necesario identificar sus necesidades:
Distinguimos dos tipos de motorización en las cámaras de videoconferencia: el motor mecánico y el motor electromagnético.
El motor mecánico es la versión más clásica, pero provoca un mecanismo de ruido que puede resultar molesto, sobre todo si quieres grabar y transmitir tus videoconferencias o webinars.
El motor electromagnético, en cambio, reduce el ruido con un mecanismo silencioso. Es ideal para mejorar la captación de audio, pero también para grabar y emitir tus vídeos.
¿Cómo puede estar seguro de que su interlocutor le sigue? Lo mejor es situar la cámara lo más cerca posible de la pantalla en la que estás viendo a la persona a distancia, y si es posible a la altura de los ojos. De este modo, te acercas al “contacto visual”, o lo que es lo mismo, a un intercambio “ojo a ojo”. Esto cambia toda la experiencia de la videoconferencia. ¿La consecuencia para la cámara? Su tamaño, su movimiento y su fijación deben permitir un mayor “contacto visual”. En particular, hay que prever las instalaciones con doble pantalla (una para ver el sitio remoto y otra para compartir documentos): la cámara debe poder caber entre las dos pantallas, a media altura.
Cuidado con este punto: las cámaras de algunos fabricantes utilizan conectores propietarios que sólo son compatibles con los códecs correspondientes. Además, incluso para las cámaras con conectores estándar, coexisten dos familias de productos: las cámaras IP y las cámaras USB.
Esta suele ser la variable final de la elección. Para su información, las diferencias son considerables: desde una cámara web que cuesta unas decenas de euros hasta una cámara PTZ con un zoom óptico X10 de unos cuantos miles de euros.
Por supuesto, los equipos más caros serán mejores, pero la cuestión es lo que realmente necesitas: elegir el equipo de videoconferencia adecuado es una cuestión de cumplir las especificaciones.
Una vez que haya seleccionado la cámara adecuada para su espacio de reunión, puede considerar cómo la integrará con otros dispositivos audiovisuales. Para simplificar esta tarea, considere una caja única o una solución audiovisual que incluya varias funciones, como micrófonos y un sistema de visualización. Póngase en contacto con nosotros para saber qué solución se adapta mejor a sus necesidades.
Las cámaras de videoconferencia profesionales son una gran ventaja para los organizadores de reuniones, ya que pueden capturar imágenes mucho mejores que la cámara web integrada.
Un módulo óptico de alta calidad captura imágenes nítidas de toda la habitación sin distorsión. El procesamiento avanzado de imágenes proporciona enfoque automático, balance de blancos y compensación de contraluz para una mejor representación del color en condiciones de poca luz.
Las cámaras Pan-tilt-zoom (PTZ) tienen piezas que les permiten girar de izquierda a derecha, inclinarse hacia arriba y hacia abajo, y acercarse y alejarse.
Se consideran la opción más viable para las videoconferencias en salas de reuniones y cuando se requiere una alta calidad de imagen, independientemente de las condiciones. Estas cámaras no comprimen la imagen y la transmiten sin demora a la grabadora de imágenes o a un terminal de videoconferencia. También cuentan con un dispositivo giratorio que permite orientar la cámara en dirección al interlocutor.
La única desventaja de las cámaras PTZ es su elevado coste, pero se justifica por su versatilidad. Prácticamente todas las cámaras PTZ pueden controlarse mediante un mando a distancia, un joystick o el ratón en el sitio remoto. También pueden grabar ciertas posiciones preprogramadas y enfocarlas en una fracción de segundo.
Si es posible, coloca la cámara a la altura de los ojos, que es la orientación más natural. Si la cámara está colocada demasiado alta o demasiado baja en relación con los participantes en la videoconferencia, no se verá bien para los participantes remotos.