Última actualización: 14/04/25
Una tecnología audiovisual eficaz permite a las organizaciones seguir siendo competitivas al tiempo que agilizan las operaciones en una plantilla cada vez más descentralizada.
Tanto si su organización quiere actualizar sistemas anticuados, adaptar una configuración a modelos de trabajo híbridos o implantar soluciones audiovisuales por primera vez, ármese con los conocimientos necesarios para comprender mejor las opciones disponibles.
Siga leyendo para descubrir todo lo que necesita saber sobre la integración audiovisual: definición, ventajas y nuestros consejos para elegir el mejor integrador audiovisual.
La integración audiovisual significa combinar tecnologías (soluciones de audio y vídeo) para crear un ecosistema que mejore la experiencia del usuario.
La integración audiovisual (o AV) puede aplicarse a todo tipo de instalaciones: videoproyección, señalización digital, videoconferencia, videowalls, sistemas de sonido, iluminación, etc.
Los integradores audiovisuales supervisan la instalación y gestión de sus soluciones audiovisuales. Garantizan la integración de las tecnologías para lograr la máxima eficacia y productividad.
Algunas de las principales ventajas de trabajar con un integrador audiovisual son:
Los integradores audiovisuales también pueden ofrecer servicios adicionales, como programación personalizada, formación y asistencia.
Es importante tener en cuenta que cuanto antes se contrate a un integrador audiovisual, mejor. Si participan desde el principio, podrán guiar el proceso de diseño e instalación para que la implantación sea más fluida.
Si opta por soluciones audiovisuales personalizadas llave en mano a través de un único punto de contacto, sabrá a quién llamar si tiene un problema. Cuando encuentre un integrador audiovisual en el que pueda confiar, piense en ello como una asociación.
La mayoría de las empresas audiovisuales tienen una amplia gama de proveedores de equipos audiovisuales entre los que elegir, para que puedas comparar precios y marcas. Por ello, busque empresas audiovisuales que trabajen con varios proveedores de renombre.
Una oferta baja puede indicar que el integrador no entiende el proyecto, no tiene mucha experiencia o está aumentando el presupuesto de otras maneras. También podría significar que les falta una parte del alcance del trabajo, lo que podría crear conflictos a largo plazo.
No todos los equipos sirven para todas las aplicaciones. Es esencial saber qué funciona y qué no funciona en circunstancias únicas. Una vez confirmado el equipo, el integrador debe asegurarse de que es compatible con la sala, el espacio y el mobiliario. También deben asegurarse de que el sistema propuesto funciona para el usuario final.
Un buen integrador audiovisual tendrá una página web con ejemplos de su trabajo. Busque también testimonios de clientes y estudios de casos con requisitos similares a los suyos.
En última instancia, la tecnología es tan buena como su aplicación. Para garantizar que el proceso de integración se desarrolle sin problemas y que los resultados cumplan las expectativas de su organización, elija bien su solución audiovisual. Investigue a fondo el historial de su integrador para asegurarse de que pone su tecnología en las manos adecuadas. Para saber más sobre nuestros servicios, póngase en contacto con nosotros.