H.323 o SIP: La infraestructura invisible de la videoconferencia

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En el panorama en constante evolución de la comunicación audiovisual, dos protocolos han dominado durante mucho tiempo el ámbito de la videoconferencia: H.323 y SIP (Protocolo de Inicio de Sesión). Mientras que el primero marcó los inicios de la videoconferencia sobre IP, el segundo se ha ido consolidando poco a poco como el estándar de facto.

Pero, ¿cuál es la situación actual? Adentrémonos en el corazón de este duelo de protocolos.

H.323: El pionero robusto pero complejo

H.323, estandarizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), fue uno de los primeros protocolos en estandarizar la transmisión de datos de audio y vídeo sobre redes IP. Su robustez y características avanzadas de seguridad lo convirtieron en la opción preferida para grandes empresas e instituciones que requerían comunicaciones fiables y seguras.

Sin embargo, la complejidad de su arquitectura e implementación ha frenado su adopción generalizada. La configuración de cortafuegos y la gestión de los numerosos puertos necesarios para su funcionamiento podían resultar tediosas. Además, su falta de flexibilidad frente a la rápida evolución de las redes IP ha limitado gradualmente su atractivo.

SIP: Una solución ágil y simplificada

SIP, por su parte, es un protocolo de señalización ligero y basado en texto, estandarizado por el Internet Engineering Task Force (IETF). Su simplicidad y flexibilidad lo han hecho particularmente adecuado para las redes IP modernas y la integración con otras tecnologías web.
Las ventajas de SIP son numerosas:

  • Simplicidad de implementación y gestión: Su arquitectura modular y el uso de menos puertos facilitan la configuración y el atravesamiento de cortafuegos.
  • Escalabilidad: SIP se adapta fácilmente a la incorporación de nuevos usuarios y funcionalidades.
  • Interoperabilidad: Su naturaleza abierta favorece la interoperabilidad entre diferentes fabricantes y plataformas.
  • Integración con tecnologías web: Al ser un protocolo basado en texto, SIP se integra más fácilmente con aplicaciones web y servicios en la nube.
  • Flexibilidad de direccionamiento: El uso de URIs (Identificadores Uniformes de Recursos) ofrece mayor flexibilidad en la identificación de los participantes.

El panorama actual de la videoconferencia: El dominio progresivo de SIP

Hoy en día, es evidente que SIP se ha convertido en el protocolo dominante en el campo de la videoconferencia. La mayoría de las nuevas soluciones, ya sean sistemas de hardware dedicados, plataformas de software o tecnologías emergentes como WebRTC, se basan en SIP para establecer y gestionar sesiones de comunicación.

WebRTC = Comunicación en tiempo real (audio/vídeo/datos) directamente entre navegadores/aplicaciones, sin plugins.

Sin embargo, H.323 no ha desaparecido por completo. Todavía se encuentra operativo en infraestructuras de videoconferencia más antiguas, especialmente en grandes organizaciones que han invertido fuertemente en estos sistemas.

Proveedores que siguen respaldando H.323

  • Cisco Webex: Cisco Webex continúa ofreciendo soporte nativo para H.323, particularmente para sus equipos de sala.
  • Yealink y PeopleLink: Estos fabricantes siguen ofreciendo terminales y sistemas de videoconferencia que soportan el protocolo H.323, a menudo además de SIP.
  • TrueConf: Su solución TrueConf Group es un terminal de hardware que soporta tanto SIP como H.323.

¿SIP y H.323: Abandonados por los gigantes de la videoconferencia?

Aunque SIP y H.323 son estándares establecidos para la señalización de audio/vídeo, los principales actores de la videoconferencia suelen favorecer protocolos propietarios optimizados para sus infraestructuras en la nube.

Zoom, por ejemplo, se basa en sus propios protocolos de transporte multimedia, asegurados por TLS y SRTP, para un rendimiento mejorado.

Microsoft Teams no integra SIP de forma nativa, pero garantiza la interoperabilidad a través de pasarelas certificadas SIP/H.323.

Google Meet también utiliza tecnologías propietarias basadas en WebRTC, ofreciendo compatibilidad limitada con H.323/SIP a través de servicios de terceros como Pexip.

Cisco Webex es una excepción notable al mantener soporte nativo para SIP y H.323, especialmente para sistemas de sala.

Esta heterogeneidad subraya el imperativo de la interoperabilidad en un entorno donde los estándares tradicionales coexisten con soluciones en la nube en constante evolución.


Conclusión

Aunque H.323 sentó las bases para la videoconferencia sobre IP, su complejidad ha dado paso gradualmente a la simplicidad y flexibilidad de SIP, que se ha convertido en el pilar dominante de las soluciones actuales. Sin embargo, la aparición de protocolos propietarios optimizados por los gigantes de la nube está redefiniendo el panorama, destacando una vez más la importancia crucial de la interoperabilidad para garantizar una comunicación fluida en un ecosistema cada vez más diverso. El futuro de la videoconferencia reside, por tanto, en la capacidad de hacer coexistir estos diferentes enfoques, aprovechando las fortalezas de cada protocolo para satisfacer las necesidades específicas de los usuarios.
En este contexto, el advenimiento de la inteligencia artificial también podría desempeñar un papel decisivo: optimizando los protocolos existentes, agilizando la interoperabilidad o, por qué no, dando lugar a nuevas soluciones completamente repensadas, relegando los protocolos actuales al estatus de herramientas obsoletas.

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